Arsenio Erico vive
El escenario modelo en todo el continente, que pertenece al club cuya tradición excelsa se extendió en todo el planeta, luce estupendo. Abrió sus puertas de manera oficial en la fecha 11 (victoria ante Colón). La platea local, que lleva el nombre del Paraguayo de Oro, luce espléndida, es única en su género y allí, cómodamente sentado _con su porte de caballero noble y fiel deportista_ estuvo el más grande de todos, el que no tiene igual. Desde aquí, entre muchas cosas, te decimos que pases y lo veas.
El más grande
Describir una situación tan cara a lo íntimo, al sentimiento, al mismo instante en el que la piel de gallina invade y se adueña de un momento perpetuo es sumamente complicado. Créanme que lo es y seguramente la aseveración queda corta. Es la sensación corporativa, la misma que todos quienes recuerdan _y valga el homenaje para los que lo vieron jugar_ a un tremendo futbolista y más bella persona como el Paraguayo de Oro. También cierto es que el estadio Libertadores de América _denominado así por la conquista de 7 trofeos del certamen más importante del continente nuestro_ es una realidad. Cuando se culmine la última parte, con techo y otros detalles verdaderamente claves, albergará a 45.000 almas.Este escenario, que se constituirá en el primero inteligente de estos lares, tiene en su sector más importante _el de Plateas, que incluye un palco vip_ la presencia en el sentimiento, desde el simbolismo, recuerdo imborrable y lo que es mejor, en la huella a Arsenio Pastor Erico (nació el 30 de marzo de 1915; cerró los ojos para vivir entre nosotros el 23 de julio de 1977).Arsenio, o el Saltarín Rojo _si nos metemos con sus apodos fácilmente llegamos a dos párrafos_ está relacionado completamente con el mítico estadio que exactamente hace 2 años, 10 meses y 20 días fue demolido de forma casi total. Ocurre que esta cancha fue inaugurada en 1928, siendo la primera de América en poseer gradas de cemento. Tras brillar, ni bien dejó de ser quinceañero, en su Nacional querido al que luego dirigió así como a Sol de América, Erico regaló magia futbolística y bondad humana (nunca vi, no veré, tampoco escuché, que un goleador, tras convertir, vaya a levantar a los adversarios y abrazarlos). De hecho, en el profesionalismo, el primer título que consiguieron Los Diablos Rojos fue con el compatriota en sus filas, allá por 1938 (logro reeditado en el 39), su época cumbre, inmortal. "La Erico", así como se le conoce a la platea, es una parte enorme de la historia, que en el viejo estadio se denominaba de esa forma. En gran medida es mérito de la dirigencia que encabeza Julio Comparada (lleva dos etapas seguidas en la presidencia) haberla mantenido. Hoy en día, con votaciones hasta cibernéticas, cualquier denominación oficial, en el caso específico de un estadio, se puede cambiar merced a la voluntad de la mayoría, justa o injustamente.Yendo más allá, se encuentra que es el sector justamente más caro. A nivel de nuestra moneda, ir a La Erico Alta cuesta 70.000 guaraníes; la Baja 170.000 y el palco oficial 325.000. Está la chance de la adquisición de un lugar vía abono y rige por temporada futbolística. Dentro de ese mecanismo, con antelación en efectivo o por tarjeta de crédito, la suma a pagar es de 1.9000.000.Desde el imborrable 28 de octubre de 2009, Independiente no tiene la necesidad de ir a otros feudos. Deambuló por las canchas de su máximo rival deportivo, Racing Club, Huracán y últimamente Lanús. Y bien no le fue. En su Libertadores, regido bajo las normas y requisitorias de FIFA versión 2008, tiene asegurado el calor de su gente, que se siente dueña de casa y que le ayudará a convertirse en feudo que a más de uno le acarreará dolor de cabeza. Y privilegio, para todos, a la vez, pues se trata de un escenario hermoso, digno de espectáculos... lejanos en el tiempo, algo que brindaba domingo de por medio el protagonista excluyente de una historia, dentro de de la historia misma: Arsenio Erico.
